Pero las cosas cambian y siempre a peor, divorcio, mudanza, miedo... todas esas cosas son las que pasan cuando un hogar se rompe. Cada uno fue por su lado. Ahora nos toca a los hijos sufrir las consecuencias de ver a nuestros padre separados y que se odien.
Pero lo que más odio es la distancia... todos mis amigos y mis familiares con lo que he pasado mi infancia están a mis kilómetros de distancia, si pudiera... iría corriendo cada día hasta allí para estar con ellos. Aunque fuera solo estar con ellos un segundo una hora da igual pero por lo menos estaría con la gente que más me importa. Pero bueno supongo que las cosas cambian.